La autora reflexiona sobre la rotura de paradigmas y el cambio social que viviremos cuando pase el estado de alarma decretado por el Gobierno.

Escrito por Macarena Arnás para BikiniBurka.

El otro día impartí a través de La Orden de Ayala un nuevo curso online de introducción a la Grafología para aprender y difundir conocimientos en estos días de aislamiento. Como siempre, cada vez que hago un taller aprendo también de mis alumnos.  Y en esa primera clase, me hicieron una pregunta que me ha hecho reflexionar sobre la rotura de paradigmas y el cambio social que viviremos cuando pase todo esto.

Vivimos una situación que ha parado nuestra vida cotidiana con mucho tiempo para reflexionar. Momentos de incertidumbre que han potenciado nuestro lado más humano. Un cambio que rompe con antiguas estructuras y creencias sociales. Y por lo tanto, cada vez que se produce una mutación en nuestro estilo de vida se genera una transformación en nosotros. 

En mi libro «GuíaBurros: Grafología»lo que revela tu escritura, defino la Grafología como el espejo de nuestra alma ilustrado en un papel y hago especial hincapié en la relación que guardan nuestros cambios en la escritura con diferentes experiencias que nos marcan, y con el coronavirus no iba a ser menos.

Y es en ese preciso momento cuando una alumna preguntó: ¿Crees que después de todo lo que estamos viviendo cambiará nuestra escritura?

A lo que respondí: «Sí, es probable que cambie nuestra actitud y manera de ver la vida, ya que nuestro comportamiento tiende a renovarse cuando vivimos diferentes sucesos que nos marcan. Por lo tanto, es factible que nuestra letra o firma varíe de manera inconsciente». Creo que los que más transformarán su manera de escribir serán los niños. Al final, la cultura gráfica y la manera en la que nos enseñan a escribir está condicionada por la sociedad.

En España la gente de mi generación (los millennials) hemos aprendido a escribir con los Cuadernillos Rubio, donde nos obligaban a hacer una letra ligada con la intención oculta de educar una generación que potencie el pensamiento lógico o racional y aislar la inteligencia emocional, a fin de cuentas, el sistema educativo caía en el error de valorar un solo tipo de inteligencia. Hoy, los niños están escribiendo en sus casas, es probable que tengan letras más personalizadas y se alejen de la rotura de dichas estructuras. Es posible que se evolucione hacia un sistema donde se potencie todo tipo de inteligencias, ya que, en estos días de cuarentena estamos incentivando la inteligencia emocional, con tiempo para crear y dejarnos llevar por las emociones.

Por lo tanto, presten atención en estos días a su escritura, escriban y cuando pase todo esto vuelvan a redactar y comparen sus letras. Será una manera de escuchar al INCONSCIENTE.

Dicen que una mirada vale más que mil palabras, yo, sin embargo digo que un manuscrito vale más que mil miradas…